Hola, preciosos!!
Normalmente no suelo escribir mensajes como este en mis capítulos ni por aquí (me da un poco de mucha vergüenza), pero hoy sentí que necesitaba hacerlo.
Sé que no tengo una comunidad grande ni miles de lectores (todavía ), pero este rincón es mi refugio. Y si estás aquí leyéndome, me gustaría que también pudiera ser un poco (demasiado) tuyo. Un lugar donde las historias nos abracen, aunque sea un ratito.
Espero que Besos para Bridgett os haya hecho sentir tanto como a mí al escribirla. Pronto empezaré el segundo libro (¡y estoy deseando compartíroslo!). Sobre Dime lo que eres (título provisional, que conste jaja), quizá hayáis notado que últimamente no estoy tan activa. Lo siento mucho si eso os corta el ritmo de lectura… y lo cierto es que a mí tampoco me gusta. No ayuda a crecer aquí, ni a mantener el impulso creativo. Pero es que no estoy pasando por mi mejor momento y eso hace que yo misma critique demasiado mis escritos.
La verdad es que, por desgracia, desde muy joven he vivido con la depresión, incluso años antes de entrar al instituto. He estado en tratamiento, he tenido que aprender a lidiar con todo desde entonces. Aunque he conseguido superar ocho años con ella, ahora mismo todo me está costando demasiado. Me cuesta avanzar, escribir, incluso respirar a veces, vivir en general. Y aunque adoro lo que hago, me está costando más de lo que me gustaría.
(1/2)