El albino se presento frente a el ciertamente avergonzado .
Habia sido difícil encontrar el momento de salir de su residencia sin ser visto , mas aun tomando en cuenta la ropa que llevaba .
El suave vestido color rosa pastel alcanzaba sus rodillas , sobre las cuales la linea blanca de el bordado se deslizaba con cada paso .
Sus mejillas permanecían en un notorio color rojo mientras se abrazaba a sus propios brazos , encogido de hombros .
La peor parte , sin embargo , era pensar en la relativa facilidad con la que habia entrado en tal atuendo .
─────────── Las cosas que tengo que hacer...
Murmuro finalmente , sin tan siquiera poder mirarle a los ojos .