Era una rosa que un día conversaba con el viento.
Con el viento que mecia el perfume de sus pétalos.
Era una rosa roja, de sangre, sonrisa y fuego, Con espinas escondidas, con hojas de terciopelo.
Era una tarde de lluvia.
Y habría sus labios frescos, porque el viento le traía, el rocío de su cuerpo.
Jugaba con mariposas; y en sus alas el silencio, depositaba sus besos, como si partiera luego.
Y aquella mañana triste, llegó el viento a la pradera, a traerle con su cuerpo, el rocío de los cielos.
Estaba la rosa muerta...
Marchita, sin vida ni fuego.
Entre espinas doradas, entre hojas de terciopelo.
Lloro entonces el viento.
¡Alzó con trueno su vuelo!
Esparciendo por los montes, el perfume de sus pétalos.
Aletearon las mariposas, los besos de la rosa muerta, con sus alas doradas, por la campiña en silencio....
  • Colombia, Medellin
  • JoinedJune 3, 2015



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