Como pasa el tiempo, vaya que somos soñadores. Ahora estamos en consultorios, oficinas, tiendas departamentales o quizá ya ni siquiera estemos en este mundo, pero alguna vez por un tiempo corto y constante teníamos un corazón de poeta.
-Un chico normal de unos veintitantos...quizá un poco roto.
- México D.F
- JoinedJanuary 3, 2014
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Stories by Cafreapa
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