"Y ahí estaba otra vez, el ambiente frío tensandole la piel, su mandíbula prensada y sus ojos intentando contener las lágrimas. Frente a ella, él con una mirada seria, el corazón en las manos agonizante por el dolor, su sonrisa se había borrado y fue reemplazada por una mueca que demostraba la decepción.
Esa sensación, el vacío en su pecho y el dolor en el corazón. Ella sentía como su diafragma se presionaba contra su interior, sentía como el aire penetraba sus fosas nasales pero no como se extendía por sus pulmones. Por un momento, creyó estar muerta, y deseó estarlo.
Por un momento, aunque sea un segundo, deseó que su corazón dejara de latir, que la sangre dejara de fluir libre por sus venas, que el oxígeno abandonara su sistema respiratorio.
Deseó todo eso, antes que la dura mirada de él. Deseó eso y mucho más antes que saber como había decepcionado al hombre frente a ella."
