Ella le sonrió con anehlo esperando que se queradara, y un no por respusta recibió con su fria y triste mirada. En ese momento ella lo supo. Todo por fín era claro. - "Las intenciones no bastan, lo siento mi vida".- susurró su amor con voz debil a su oido.

 Y los colores quedaron ausentes junto a sus ojos cafes hermosos cuando abandonó la habitación, que acompañados de un ultimo  save y lento beso en mi mejilla decían adios amor de mi vida.

Sensación de despedida, Sensación agonizante de rabia.
Ella sintió ese día la impotencia en su pecho, un vacio en su ser porque no pudo cumplir su promesa. Ella sería una desgracida que  había perdído la adoración de su alma porque sin su amada sus  sueños solo formaban un idilio, una mentira, algo imposible.

 Ella en su pecho aún guarda esperanza, y aunque no lo adimite ella aveces divaga perdida en sus pensamientos, ella se atreve a soñar, de vez en cuando, que talvéz, en otra vida, podrían estar juntas.