La edad es algo a lo que aun no me acostumbro, tengo una cantidad de números en mi tarjeta de identificación personal que aun no logro memorizar del todo, como también tengo aquellas experiencias que traen consigo cicatrices, tanto físicas como emocionales, y cada una de ellas trae una interesante historia, historias en donde se muestra mi verdadera personalidad, mi verdadero ser. 

Es por esto que hoy, tengo la sensación de describirme como un ser fuera de lo común, ya que tengo la extraña fortuna de enamorarme de lo cotidiano, del cruzar miradas con algún extraño y sentir aquella sensación de que puede ser el amor de mi vida, también llegue a sentirme atraída o enamorada de algún maestro -ya sea en la universidad o el colegio- rogando por un amor imposible, o el simple hecho de sentir aquel amor que una vez mis compañeras me contaron... soy aquella persona que aun cree en esa "conexión" entre dos seres maravillosos, pero también, soy aquella que ha tenido varias experiencias de pánico y deseo, que ha sonreído y llorado por alguien que, según me dicen, no valía la pena. Pero, ¿Vale la pena levantarse por cada caída que me trae la vida?