“28 años, 28 años...”, repite en un hilo de voz Pablo Giralt cuando falta menos de un minuto y medio para que la Argentina le gane a Brasil en el Maracaná. Emocionado, hace alusión a la sequía de títulos por la que viene atravesando la Selección Argentina desde la Copa América de 1993. A su alrededor, Sergio Goycochea, el querido Goyco, celebra con energía cada corte de un avance brasileño. Matías Martin, el comentarista, pierde su habitual compostura y, como un hincha más, como si estuviera en el sillón de su living, mantiene esa arenga. Ese es el clima que devuelve la TV Pública en los instantes finales del mejor triunfo futbolero de las últimas décadas. De una hazaña, que Giralt reflejó como nadie.
“¡Vamos Argentina, todavía! ¡Bien, muchachos, bien! ¡Vamos!”, insiste Giralt, y ya no importa qué es lo que nos devuelve la pantalla, ni por dónde va la pelota, ni quipen se la disputa. “Esto es mucho más que fútobl para nosotros, para todos los argentinos”, se justifica. “Angelito tuviste tu revancha”, dice y se refiere Di María, autor del único gol del partido. “Se va a terminaaaaarrr... ¡se terminó, se terminó! ¡Leo, se terminó! ¡Se terminó, Leo, se terminó, carajo, basta!”, grita sobre el pitazo final. Argentina se consagró campeón de América, pero el relator le habla a Lionel Messi, capitán y símbolo de la celeste y blanca. “Se terminó la mufa, se terminó la mufa. ¡Somos campeones, Dios mío!”