Había una vez una estrella de lugar que no sabía, que no sabía fangirlear.
Pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis fanfics. Pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis fanfiics, y aquella estrella, y aquella estrella, y aquella estrella fangirleó. FIN
(Méritos y derechos a mi misma por componer esta increíble iliada sobre mi vida de estrella)