En un lugar de cantera y plata, del cual hoy no recuerdo el nombre, no ha mucho ha nacido una mujer, de aspecto regordete, cabellos cortos y acaracolados, de ojos saltones y sonrisa pequeña, dedos ávidos de letras y orejas expectantes, de ademanes y jolgorios, que entre comilonas y lapsus de ataraxia hoy escudriña desde Sabina y Serrat, hasta Elvira Sastre y Diego Ojeda. filosofastra de corazón, ésta chica que veis aquí, de nombre Claudia Angélica, que de niña mediante trazos oníricos quería ser astronauta, de a más inmarcesible con sus ideales, que después jugara a dibujar realidades distintas desde el pincel y la pluma, y ahora, facunda versificadora busca transgredir el intelectualismo, esparcir por el mundo versos sin tinta en ventanas vacías, y mediante destornilladores y cables, pretende traer al portento de la vida a seres sin alma con baterías y circuitos. 

Mexicana de 28 años, diseñadora gráfica de profesión, escritora de corazón. 

In a place of quarry and silver, of which today I do not remember the name, a woman was born not long ago, with a plump appearance, short and curly hair, with bulging eyes and a small smile, fingers eager for letters and expectant ears, for gestures and merriment, that between feasts and ataraxia lapses today scrutinizes from Sabina and Serrat, to Nabokov and Pérez Reverte, a philosopher at heart, this girl you see here, named Claudia Angélica, who as a child wanted to be an astronaut, from to more unfading with his ideals, that later he played to draw different realities from the brush and the pen, and now, facunda versificadora seeks to transgress intellectualism, to spread inkless verses in empty windows throughout the world, and by means of screwdrivers and cables, he intends to bring to the portent of life to soulless beings with batteries and circuits.

28 year-old Mexican, graphic designer by profession, writer  and machatronic engineering student.