4ta parte
— Es ciencia lo que te hace arrodillarte ante mi — dijo Tesla dibujando una amplia sonrisa en su rostro.
— No me arrodillo ante humanos y menos ante ti. Quítame estos malditos artilugios y te demostraré de lo que soy capaz estúpido hechicero ¡Ángeles y demonios han caído ante mi fuerza y poderío! Yo soy un puto dios, el maldito Satanás y ni siquiera este muñeco que uso como mi marioneta al que llaman dios es capaz de vencerme ¡Yo soy tu puto dios!—
— No, no, no, demonio — Tesla subió el nivel de volts aplicados y al ver como el demonio se retorcía de dolor los bajo de golpe viendo como el otro babeaba y gemía adolorido — no soy un hechicero lo he repetido muchas veces tantas que comienza a ser tedioso no soy un hechicero, lo que hago no es magia, es solo ciencia además... — Tesla camino sin miedo al demonio que le miraba lleno de odio y se paro frente a este colocando la suela de su zapato sobre la cabeza del pelinegro presionándola ligeramente — En este laboratorio el dios soy yo —
Tan pronto como Tesla dijo esas palabras Satanás vio entre asombrado y ¿temeroso? Como el laboratorio del humano se iluminaba y parecía estar en una especie de cubo eléctrico lo que le hizo tragar grueso.
— Jodido humano pedazo de... — Satanás no termino cuando sintió como su cabeza sentía presión hasta que se vio obligado a pegarla contra el suelo.
— ¿Qué es eso? Vaya... no me digas que te gustan este tipo de juego — dijo Tesla y Satanás juraría que escucho malicia en aquella voz — Mira nada más, te pusiste duro como una piedra porque te estoy tratando mal ¿Eso te gusta? — interrogó Tesla — ¿Te gusta que te domestiquen? Era quizá todo lo que necesitabas, ser complacido sexualmente ¿Cierto? — Nikola aparto su pie de la cabeza del pelinegro que sorprendido veía su propia reacción física.
— Jódete maldito loco —