Mi pequeña y hermosa cachorra, feliz día del nombre.
Bueno, ya eres todo una mujer, una loba adulta y con retoños preciosos, me siento muy orgullosa de ti y en lo que te has convertido, ¡aún recuerdo cuando te tenía entre mis brazos recién nacida! De los mejores momentos que he vivido.
Espero que hayas tenido un día encantador rodeada de tu gran familia, mi niña. Te amo, mi pequeña y tierna lobita. ¿Te digo un secreto no tan secreto? Siempre serás una cachorra ante mis ojos, y estaré para ti cada que me necesites, siempre encontrarás un hogar en mis brazos y las puertas de mi casa siempre están abiertas para ti, mi niña.