Y así sin más, de ser un cuento de hadas pasamos a ser una historia a medias.
De ser capaces de aceptar, ahora nos sentramos en evadir lo que nos está pasando y juro que pude recojer rosas en tú jardín, pero el miedo a tus espinas no me permite seguir. 
Quisiera creer que nuestros sentimientos fuerón más fuertes, pero no.
Hoy estoy escribiendo de lo que tuvimos, de lo que tiramos.
Sé que la situación no es la misma que nosotros, espera ¿nosotros? Ni tú, ni yo somos los de antes, los golpes fuerón demasiados intensos, para mi recaer no es una opción, tú crees en el para siempre y ahora... todo se fue.