He vuelto.
Estuve lejos del papel, de las palabras, de los mundos que solía construir con fuego y sombras. A veces, el silencio también escribe sus propias historias… pero ninguna tan fuerte como la necesidad de volver.
Hoy regreso al lugar donde siempre pertenecí: la escritura.
Donde las heridas se convierten en tinta,
las emociones en magia,
y los pensamientos oscuros encuentran luz entre líneas rotas.
Gracias a quienes se quedaron esperando.
Gracias a quienes están por descubrirme.
Esta vez, no solo escribo… ardo.
– CruzAnya