Si aceptas a tu hijo sin importar como haya nacido esté, ¿Entonces porque no aceptas tu destino?, Al igual que tu hijo tu lo has provocado, consciente o inconscientemente tú lo has creado. Por lo tanto, respira y fluye con todo, pues estas cosechando lo que has sembrado bien sean deudas, recompensas o simplemente una experiencia que tienes que sentir, todo es perfecto y hago un poco más de lo que se me pide pues aceleras el proceso positivamente. Observa el momento y en medio del silencio recuerda la luz. Simplemente eso, porque se trata de aprender a bailar bajo la tormenta