Mis padres decian que no había cargado el peso de la angustia, dolor y miedo al tiempo.

 Abrí mis alas de par en par,di un salto y emprendí el vuelo en busca de lo que sentía faltante y demostrarles a mis padres que estaban equivocados.

Los primeros días el viento estaba a mi favor, conocí otras personas que buscaban algo extraviado, poco a poco el clima fue más difícil de domar y cazadores dispararon a mis alas hasta acerme caer al duro piso.

Me limpie el polvo,mi cuerpo a pesar de estar herido aún respondía y comenzé a correr, mis piernas dolían comenzé a bajar la velocidad,camine extrañando el cielo.

Me lastime una pierna,aún así no pare y rengiaba muchos viajeros me comentaron que parará lo nege,al estar tan cerca y tan cansada comenzé a gatear,los viajeros alados se reían los corredores pasaban de largo de mi,los que caminaron tan solo me decían que parase.

Me di cuenta en el último momento que lo único que me faltaba era sufrir el dolor de mis rodillas para apreciar caminar, sentir el tiempo alcanzarte para entender por qué corremos y por último sentirse angustiada por no volver a volar.