Como de costumbre, una propone y la vida dispone. La vida va avanzando, cosas pasan (nada muy raro, solo el correr de los meses, las responsabilidades, los nuevos objetivos) y, de pronto, siento como si despertara de un sueño. Me pregunto las razones por las que dejé de escribir historias antiguas, el porqué me forcé en un género que no es el mío o abandoné proyectos con los que había empezado. Así que voy a poner mis cosas en orden y a no publicar más nada en capítulos hasta que no tenga toda la novela finalizada. Las historias de Lucio y la de la reina mosca vuelven a borradores, hasta que todo esté armado y no vuelva a dejar nada a medias. Mis disculpas a quienes las hayan leído, estoy pasando por muchas cosas y no quiero que eso quede así, sin final.