Después de varios años de estudio y esfuerzo, Shoto por fin podía ser llamada héroe, de había ganado aquel título después de todo.
Aún era joven, no lo iba a negar, pero tenía experiencia en batalla y en planear estrategias nuevas. Oh, pero en lo que no tenia experiencias era en relaciones.
La bicolor jamás tuvo ninguna pareja mientras estudiaba, ya que consideraba aquello una pérdida de tiempo. Grande fue su sorpresa cuando se enamoró de una civil.
Uno de sus amigos, Aoyama, le pidió que le acompañara a cuidar una pasarela de moda en una universidad, ya que alguien importante iba a asistir. Shoto no se negó y acompañó a su amigo, conociendo accidentalmente a una joven estudiante. Y sin duda el destino era bastante curioso, ya que después de ese encuentre comenzaron a verse más seguido. Se encontraban en el mall, cuando Shoto patrullaba, entre más.
Y, bueno… Shoto se enamoro perdidamente de la dulce joven francesa, Marinette.
El que estuvieran juntas oficialmente fue un largo camino, pero después de muchas citas por fin la japonesa podía decir que la parisina era su novia.
Aún era extraño aún el sentimiento de estar enamorada, pero se estaba acostumbrando a ello.
Aunque, a pesar de estar totalmente enamorada, no podía decir que era una buena novia.
Llegaba tarde a sus citas o tenía que cancelarlas horas antes por su horario de heroina. Sabía que la joven era comprensiva, ella también había cancelado una que otra cita para poder concentrarse en sus trabajos finales para la universidad, pero no podía evitar sentirse mal.