─── se limpió una pequeña lágrima
al ver que la chica se había ido, se
había evaporado, solo quedaba su
ropa y las bellas alas negras de ésta.
suspiro y guardo el crucifijo y la botella
ya vacía en su bolsillo. tomo las alas
que anteriormente le pertenecían a la
joven y las puso debajo de su brazo.
lo siento, cariño. . . p - pero no podía
dejar que lastimaras a los demás.
─── suspiro una vez más al ver
como aún salía humo de dónde
anteriormente estaba la joven
arrodillada, que ahora sólo quedaba
su ropa. sin mirar atrás, comenzó
a alejarse lo antes posible del lugar.