SEMPITERNO
“Habiendo tenido principio, no tendrá fin”
El sol de la mañana, el humo del primer cigarrillo, tu mirada malhumorada al verme cavando mi propia tumba pero sin decir reproche sólo te acercas y me besas suavemente acariciando mi pecho y besándolo mientras cuidadosamente quitas mi cigarrillo de la mano.
—Hay cosas más interesantes que hacer con esos labios ¿no?
Tu risa pícara, maldición, es peor que el cigarrillo, porque me hacen esclavo de ti.
El amor, ese amor ardiente y tierno, ese amor eterno entre los dos, ese que pensamos que jamás terminaría, que sólo el destino podría terminar y así lo hizo. Hoy no son mis manos las que pueden tocarte y la rabia me carcome, verte, olerte, sentirte y no poder tenerte me mata día a día más aún de lo que ya estoy. Te sigo donde vas, intentando cuidarte pero alguien más hoy lo hace por mí, desde aquella mañana en la que te vi llorando mientras mi cuerpo agonizaba no pude dejarte ir. Atado a este mundo por este amor aún viéndote continuar con tu vida, no puedo dejarte de amar. En verdad era eterno, en verdad ni el destino nos pudo separar, porque ni aún después de la muerte te he dejado de amar.