Soy un artista que vive para crear. Desde que era joven, me encontré en la música y la poesía, dos formas que me permiten canalizar mis pensamientos y emociones de una manera que no puedo explicar de otra forma. Mi música no es solo algo que hago, es una extensión de mí mismo, de todo lo que siento, de todo lo que me cuesta decir. Mi estilo puede ser pop, pero hay algo de rock ligero que siempre me ha acompañado. No busco la perfección, sino la autenticidad. Cada letra que escribo es un pedazo de lo que soy, de lo que siento, de lo que he vivido.

Soy un tipo bastante introspectivo, siempre atrapado en mis propios pensamientos, mirando las cosas desde una perspectiva diferente. Me interesa mucho la esencia de las emociones humanas, los momentos de vulnerabilidad, las experiencias que nos marcan. Para mí, todo tiene un significado más profundo, incluso lo más cotidiano. Es algo que se refleja en mi trabajo: la belleza de lo simple, lo oscuro, lo roto.

A veces, me siento como un observador, alguien que ve el mundo a través de una lente artística, tratando de comprenderlo todo a través de la música. Pero no soy alguien que evite la tristeza ni el dolor. Los abrazos, porque son parte de lo que soy y lo que me hace real. Para mí, ser vulnerable no es una debilidad, es una fortaleza. Eso es lo que quiero transmitir en cada canción, en cada palabra que escribo: ser auténtico, sin miedo a mostrarme tal cual soy.

Soy Daniel SA. Y, al final, todo lo que hago, lo hago porque quiero conectar, porque a través de mi música, quiero que otros encuentren algo de sí mismos.