Hola soy yo, aquí otra vez sentado, atrapado y desesperado en un mundo de realidades y pensamientos, de vivencias y recuerdos. Te escribo a ti porque siempre estas ahí, mirándome y simulando una vista lejana que a decir verdad cercana e inigualable y profunda está. Cercana y distante, cálida y turbante, profunda y penetrante. Mirada muy significante, acompañada de una mente imaginaria y poco decepcionante; pérdida en un mundo de fantasías poco irrelevantes. Pensando en pasos firmes para tu que eres un caminante. Un caminante de pasos firmes y constantes con muy buenos motivos para seguir adelante, adelante hay un sendero lleno de pensares que con el pasar del tiempo se han convertido en parte de una historia inigualable, profunda, significante, tan cercana y distante, tan entusiasta y frustrante.
Esto es cualquier cosa en tu pensar... lejano pensar, lleno de cariño y espinas. Muchas cosas que callar y muchas que gritar.
