Que maravilla cuando las cosas que te hacen ruido ya son silencio,
sin embargo, hay un inmenso mar entre lo que es olvidar y lo que es dejar atrás el pasado,
porque así como las olas se rompen, el amor también.
Pienso que lo único bueno que hay en que nuestro mundo se venga abajo es quedarse a recoger las estrellas.
Y es que a veces estás tan abajo que sólo puedes ir hacia arriba. Pero cuánto eco hacen las palabras que no se dicen.
Siento que olvidar tiene trucos de misterio y de nostalgia, pienso que dormir también.
Por eso la noche es como un amor salvaje y ningún amor salvaje dura para siempre.
—Las vidas de Gabriela