Sentir las gotas la sangre correr por mi piel es asombrosa: Sentir el dolor en mi cuerpo y sufrir en silencio mientras solo me quedó en la nada. Ya se aproxima el final del túnel y poder ver la luz del sufrimiento infinito me acobarda y hace querer volver atrás, pero es tarde. Los pilares se caen, solo hay lamentos y tristeza, ya pude cumplir mi objetivo... Mi propósito, es momento de decir, ahora sí, un adiós definitivo.