Lo original es común ya... 

Hace diecisiete años mis padres tomaron una decisión muy repentina. Esa decisión se convirtió en mí meses después. Quizás... y sólo quizás nuestro comienzo sea el mismo, ¡ya tenemos algo en común! ¿No crees? 

De nombre: Simón; de apellido: Fraga, y de naturaleza: optimista.

En un mundo en el que ser diferente ya es ser normal, yo soy una persona normal. Vivo en una ciudad normal y disfruto de una vida normal. Soy el prototipo de adolescente español, pero con una pega: todo.

Soy una persona infinitamente feliz que busca lo mejor para sí y para los que le rodean. Me gusta disfrutar al máximo de todo lo que tengo al alcance y buscar maneras de encontrar lo inalcanzable y acoplarlo a mi vida. Soy un poco raro, la verdad, y, bueno, también decir que soy "muy mío".

Realmente, todo mi yo es un puzzle de piezas esparcidas por aquí y para allá. Complicado, sin duda. Me odio tanto como me quiero, así conformo una balanza de constante felicidad. Me gusta mi soltura, mi forma de dirigirme a la gente y amo mi afán por conocer y aprender. Por otra parte, odio mis formas de dirigirme a mí mismo, odio sentirme superior en algunos casos y detesto ponerme a prueba. 

Sobre todo, amo mi pasión por el arte y la literatura. Uno de mis hobbies preferidos es la escritura, y a ello me dedico diariamente. Soy un apasionado y siempre aporto mi máximo. Me encantan todo tipo de historias, me enamoro muy fácilmente de los personajes. Por no decir que también me enamoro de las personalidades de todo el mundo.

Hay páginas y páginas de tinta que me describen, y están al alcance de todos.

Un abrazo al que esté al otro lado de la pantalla,
Simón.