/ Al ver la expresión enternecida y el leve rubor en su rostro, él no pudo evitar sonreír con calidez. El alivio y la emoción que ambos compartían en ese momento eran palpables en el ambiente, creando una atmósfera de intimidad que parecía envolverlos. Sentir la mano de su pareja acariciando su mejilla le hizo cerrar los ojos por un instante, disfrutando de la suave caricia y del contacto que tanto valoraba. Abrió sus orbes lentamente cuando escuchó sus palabras, un elogio tímido pero sincero que hizo que su corazón se acelerara. Con un tono suave, respondió mientras inclinaba ligeramente su rostro hacia la mano que lo tocaba. ──̷──̸──̷─ Tú eres quien realmente ilumina mi vida... / Susurró, dejando que sus palabras fluyeran con la misma ternura que sentía en ese instante. Observó cómo su pareja desviaba la mirada, notando la mezcla de timidez y deseo de permanecer cerca. Esa vulnerabilidad solo lo hizo sentir más conectado a él. Sin romper el contacto visual por mucho tiempo, él levantó su mano para cubrir la de su amado, apretándola suavemente contra su mejilla. Luego, inclinándose un poco más, acercó sus labios a la frente del otro, depositando un beso suave y prolongado. ──̷──̸──̷─ No tienes que estar avergonzado conmigo, Deku. / Murmuró con cariño. ──̷──̸──̷─ Estoy aquí para ti, siempre. / La forma genuina en la que sus palabras salen, combinada con la cercanía física, consolidó ese momento de mutuo entendimiento y afecto, un recordatorio de que, en ese espacio compartido, ambos podían ser ellos mismos sin reservas.