Nos volvimos verdad por un instante. Y no fuimos capaces.
Ni de sumar tus dedos con los míos,
ni de mirarnos rozándonos la nariz,
ni de cruzar la ciudad de noche por un beso.
Nos volvimos verdad por un instante. Y no fuimos capaces.
Ni de sumar tus dedos con los míos,
ni de mirarnos rozándonos la nariz,
ni de cruzar la ciudad de noche por un beso.