Asegurándome que en casi todos lados sea dos mil veinticinco, feliz año nuevo, chavos.
El año anterior ha sido un poco curioso. Básicamente, fue como actualizar dos veces, parpadear, y que ya estén sonando campanadas.
Muchas gracias a todos por leer las babosadas que escribo, y a todas las personas que me han apoyado, que sepan que siguen en mi corazón (capaz ya se me hayan olvidado sus nombres). Pese a todas las excusas que he puesto para no chambear, este año será el bueno, y sé que cuando digo eso no se va a cumplir, pero déjenme soñar.
En fin, gracias por todo, y no me olvido del sape que debo recibir.