Surgí de lo imposible y desde entonces soy compañera de El Tiempo.

Ni enemigo, ni contrincante, lo acepté como a un amigo de quien jamás podría zafarme. Fiel como ninguno, pero efímero y quebradizo como la porcelana de las más fina muñeca. Mi cruel y bondadoso compañero de vida, desaparece cuando más lo necesito y aparece cuando más lejos lo quiero.

Soy la Sonrisa de la Esperanza, fiel compañera de El Tiempo, mi gran amigo, quien me carga y me transporta hacia lugares inimaginables y por quien estoy viva. Sabe, que la única más efímera que él soy yo, por eso intenta hacerme fuerte, para que cuando llegue la noche y las lágrimas de derrota caigan, de su brillo, surjan alas. Alas de soñadora. Que me vuelvan a crear a partir de lo imposible para surgir otra vez como la Sonrisa de la Esperanza. 

Ésa era mi vida, un bucle sin fin de lucha contra mi propia naturaleza en la que ninguna ganaba, ni ella ni yo. Aún recuerdo  el momento en el que a la esperanza le nacieron alas y nunca más tuvo que luchar contra El Viento.

Ahora YO soy esas alas, fuertes y alargadas, que desde entonces jamás han tenido que ser cargadas. Ahora por fin he podido ver la verdadera naturaleza de El Tiempo, quien aún me acompaña. Mi buen y viejo amigo, es increíble lo mucho que eres y seguirás siendo odiado, pero es gracias a ti que cada día puedo seguir luchando. 

Me he presentado como la Sonrisa de la Esperanza pero acabo mi historia como en mi presente está indicado. Ya que al fin y al cabo, simplemente soy una chica esperanzada a quien de tanto luchar acabaron saliéndole alas.