Quizás me he pasado la vida mirando fijamente esa puerta, yo sentada en el suelo con la cabeza encima de mis rodillas pensando si abrir o no abrir la puerta, tal vez fue falta de valor ya que me rodeaba mucha inseguridad y miedo, todo ayudo un poco a que ese tramo de mi vida se perdiera y que a lo largo del tiempo duela mas o menos. Ahora solo me queda la gran pregunta en mi cabeza ¿Qué hubiera pasado si yo hubiera abierto la puerta? y mi respuesta es la duda de mi felicidad.

Son esos días que duele, que intento aguantar las lágrimas, pero que sin querer se escapa alguna y es cuando me digo a mi misma se fuerte, al final es mi error, tengo que superarlo poco a poco, todo se supera y hay que seguir adelante pase lo que pase. Solo pido que algún día todo se me olvide o que se vuelva un difuminado recuerdo sin mas, que esa puerta que nunca abrí no sea una carga para mi eterna, pero a vosotros si me leéis si algún día os pasa como a mí y tenéis esa puerta, abrirla por qué igual el día de mañana os arrepentís y no es agradable quedarse con la duda de que hubiera pasado, no os quedéis con el sueño, si no soñarlo y hacerlo realidad antes de que sea tarde, porque la vida pasa y no espera y cuando te das cuenta todo paso y tú te has quedado ahí parado/a y te prometo que no es lo que uno quiere, por lo menos por experiencia yo no, pero sin quererlo ahí me quede parada y todo sigue.