Suena una música divertida en mi oído (sólo acostumbrado a oír música muerta), y es tu voz.
Me encanta que me miren siempre con caras risueñas, mira; justo como me miras vos.
No querida mía, no estoy triste, no soy triste.
Esa es mi forma de felicidad, mi forma de paz,
mi modo extraño regalándome ese trocito de realidad.
Mi realidad, mi yo mismo.
Amo... qué amo?
bueno no sé, pero odio la soledad.
Tengo mil cosas cada día que contarle a quien ya no está más conmigo.
Estén preparados entonces que en algún momento voy a estallar de tanto que guardo conmigo. Luego no me culpen si les llueven recuerdos de eso único que tanto he querido.
...lo siento, a veces no sé lo que digo.