Vengo aquí, después de haber devorado tu libro "Lirios bajo la luna", con la necesidad imperiosa de dejar unas palabras. Y es que "simplemente me gustó" se queda tan, tan corto que casi da vergüenza escribirlo.
Leer tu historia ha sido una de esas experiences literarias que uno no busca, pero que encuentra por casualidad y que te marcan. Es como encontrar un diamante en un mar de piedras. No soy de escribir comentarios largos a menudo, pero tu trabajo me ha inspirado tanto que sentí que debía hacerlo.
Quiero destacar, en primer lugar, tu prosa. Es simplemente espectacular. Tienes una manera de tejer las palabras que es pura poesía en movimiento. No solo cuentas una historia, la pintas. Cada descripción es una pincelada cuidadosa, cada diálogo fluye con una naturalidad pasmosa, y las emociones... ah, las emociones. Logras que no las leamos, sino que las sintamos. He reído, me he puesto tenso, y he tenido que parar de leer para enjugar alguna lágrima que se empeñaba en caer. Eso no es fácil de conseguir.
Los personajes están tallados con una profundidad abrumadora. Eber se ha ganado un lugar en mi corazón. Su evolución, sus contradicciones, sus miedos y sus virtudes están tan bien logrados que dejan de ser personajes para convertirse en personas reales. Y lo mismo con el resto del elenco. Cada uno tiene su voz, su motivación, su alma. El villano es comprensiblemente humano (o todo lo contrario, si era un monstruo, ¡qué bien construido estaba!), y los personajes secundarios aportan color y profundidad sin robar el foco, pero siendo igualmente es memorables.
La trama es otro punto magistral. El ritmo es perfecto; logras un equilibrio entre la acción trepidante y los momentos de quietud y reflexión que son necesarios para respirar. Los giros argumentales no son forzados, sino que surgen orgánicamente de la historia, y me has sorprendido en más de una ocasión.