Déjame presentarme, mi nombre es Emno, soy un espíritu juglar del bosque.  A pesar de todo lo que te han dicho de que la magia son simples trucos que hace una persona, que los milagros no existen y que los duendes, hadas, elfos y demás criaturas mágicas son cuentos, créeme, te han mentido todo este tiempo; la magia existe de verdad, solo que los humanos han ido olvidándose de ella y se han alejado de nosotros poco a poco. Es por eso que ya casi nadie es capaz de vernos, solo aquellos con un corazón inocente y puro que aún crean en nosotros pueden hacerlo. 
La gran mayoría de los que ustedes llaman cuentos de hadas son historias que nos hemos encargado nosotros de ir recolectando a lo largo de nuestras vidas, y que les hemos susurrado a los adultos que ya no creen en la magia para que les cuenten a ustedes y crean en nosotros; con nosotros me refiero a los espíritus juglares del bosque. Existen dos tipos de espíritus en este mundo: uno es el espíritu, también llamado alma, que nace dentro de un recipiente hecho de carne y hueso al que llaman cuerpo; pero en mi caso yo soy de otro tipo de espíritu, nosotros nacemos en la naturaleza sin un cuerpo que nos contenga y al momento de nacer se nos otorga una tarea para hacer que las cosas funcionen en este mundo. Existen los espíritus de la lluvia, quienes hacen que las gotas de agua suban al cielo en forma de vapor y después caigan en pequeñas gotas; también están los del viento quienes, bueno, hacen que el viento sople ¿no? Y entre otros trabajos también estamos los espíritus juglares, nuestro principal trabajo consiste en recorrer el mundo en busca de historias y después contarlas, somos quienes se encargan de llevar un registro de todo lo que pasa en el mundo mágico y a la vez de tratar de convencer a los humanos como tú de que la magia realmente existe y de que no pueden olvidarnos, ya que nuestros mundos existen en una completa armonía.