Somos libres de creer lo que queramos y lo que creemos es lo que enseñamos. Tus actos dan fe de lo que crees. Sin embargo puedes creer lo que quieras pero no puedes modificar, ni un ápice lo que eres en realidad. Lo que es producto de la creación, de la energía, que suelo decir, eso es inalterable. Puedes creer lo que quieras, que eres maligno, débil, feo o guapo, gordo o miles de cosas más. Sin embargo, tu no eres eso. En esencia, tu eres perfecto y ya estas iluminado, no necesitas nada más. Otra cosa es que tú no lo creas.