EnchiladasVerdes0345

EnchiladasVerdes0345

Orión, estrella eterna
          
          Bajo el cielo infinito, donde luces titilan,
          tu nombre, Orión, resuena en la brisa tranquila.
          Fuiste faro y constancia en mi noche oscura,
          un alma tan noble, serena y pura.
          
          En tus ojos se ocultaban galaxias enteras,
          universos de calma, de historias sinceras.
          Y aunque hoy tus pasos ya no adornan el suelo,
          te siento brillando, eterno en el cielo.
          
          Escorpio, mi signo, de pasión y misterio,
          te guarda en sus aguas, en su gran hemisferio.
          Porque aunque duela este adiós tan temprano,
          en cada rincón, sigues siendo mi hermano.
          
          Orión, mi estrella, mi guía, mi paz,
          en cada latido, aún sigues detrás.
          Cuando el viento susurre y las hojas se muevan,
          sabré que estás cerca, que nunca te alejas.
          
          
          
          
          
          
          
          
          
          Con todo el dolor de mi corazón, vengo a poner este poema cuyo dolor refleja inmensamente, perdí a una "mascota", soy incapaz de decirle a toda mi familia, pues se que algunos se van a reír, Orión era más que una mascota, era mi mejor amigo, cuando me sentí destruida el estaba ahí, el se desvelaba conmigo para la universidad, el dolor es realmente insoportable, apenas me enteré hoy en la mañana, que su pequeño cadáver fue visto por última vez el domingo y después desapareció, después de saberlo, fui a trabajar y mientras limpiaba los lentes que me regaló mi abuela, se rompieron a la mitad, y..sin saber cómo o porque solo pude sentirme peor de lo que ya me sentía..
          Siento que estoy perdiendo las ganas de continuar, cuando recibí la noticia solo quería vomitar, queriendo que fuera solo un mal sueño, un chiste que perdió la gracia..
          Pero la única persona que perdió hoy, fui yo, perdí a mi mejor amigo.
          No se cómo despedir esto, siento que he pedido mucho en estos años de universidad.
          
          Sin nada más que decir...
          Nos vemos Orión y gracias por todo 
          

EnchiladasVerdes0345

En la era del cristal y del silencio,
          se rompen las cadenas que nos unían,
          cada alma, un islote perdido,
          navegando en mares de soledad.
          
          El roce humano, antaño un refugio,
          se ha vuelto un susurro apagado,
          los ojos que buscan compañía
          encuentran pantallas, nunca manos.
          
          ¿Dónde quedaron las plazas llenas,
          el calor que no tenía precio?
          Ahora el amor se mide en bits
          y la amistad se archiva en datos.
          
          Caminamos juntos, pero tan lejos,
          construyendo muros invisibles,
          el "yo" se alza, el "nosotros" se pierde,
          en un laberinto de espejos frágiles.
          
          Dolor de ver cómo el mundo se parte,
          cómo el abrazo se vuelve distante,
          y el alma, hambrienta de conexión,
          se ahoga en su propia marea.
          
          Gritamos en ecos sordos,
          esperando que alguien escuche,
          pero el ruido de la individualidad
          calla la voz del corazón.
          
          En este rincón de tiempos rotos,
          ¿podremos hallar el puente perdido?
          O tal vez, en esta era de soledad,
          el dolor será nuestro único vínculo.
          
          
          
          
          
          
          
          
          Después de un largo día, me dedico a escribir un nuevo capítulo, que pretendo publicarlo muy pronto ✨
          
          

EnchiladasVerdes0345

En mi pecho un río desborda,
          sin cauce ni destino claro,
          fluyen emociones que explotan,
          como tormentas en un lago raro.
          
          ¿Qué tengo? Ni yo lo sé,
          un fuego que quema, un frío que hiela,
          un caos que grita y no se ve,
          una marea que mi mente desvela.
          
          Quiero control, anhelo paz,
          pero mi alma danza sin compás.
          Risas y llanto se entrelazan,
          un huracán que todo arrasa.
          
          ¿Será miedo? ¿Será vacío?
          ¿O un eco de lo que no he sido?
          Mis manos buscan sostener,
          lo intangible que me hace ceder.
          
          No tengo respuestas, solo preguntas,
          un laberinto sin mapas ni luces juntas.
          Pero quizás en este torbellino,
          se encuentre la chispa de mi destino.
          
          

EnchiladasVerdes0345

Las luces titilan, como estrellas caídas,
          y el aire se llena de ecos pasados.
          La mesa está puesta, el árbol erguido,
          pero falta tu risa en este abrazo.
          
          La navidad, antaño un refugio,
          ahora es un eco de lo que fue.
          El muérdago cuelga, inútil testigo,
          de un tiempo que nunca volveré a ver.
          
          Tu silla vacía es un grito callado,
          un susurro que hiere en la soledad.
          Los villancicos suenan lejanos,
          como olas perdidas en un mar de sal.
          
          Queda el recuerdo, un tibio consuelo,
          en esta noche fría y fugaz.
          Aunque el mundo celebre en su desvelo,
          mi navidad se viste de paz.
          
          
          
          
          
          
          
          
          En esta ocasión, mi navidad se siente más amarga que en otros años, aún cuando no quiera arruinarles el día con mis cosas personales, la realidad es que me siento en un vacío que solo se hace más grande con cada nuevo año que llega.
          
          Aún así espero que la hayan pasado bien, y que todos sus sueños se hayan cumplido ❤️✨
          
          Feliz navidad.
          
          

EnchiladasVerdes0345

Sombras en el alma
          
          Llueve dentro de mi pecho,
          gota a gota, un mar sin fin,
          cada lágrima es un eco,
          de lo que nunca llegó a mí.
          
          La esperanza, tenue llama,
          se apagó sin avisar,
          y dejó en su fría cama
          un vacío por llenar.
          
          Tus palabras, como espejos,
          reflejaron lo que fui,
          pero al romperse, dejaron
          solo astillas sobre mí.
          
          ¿Dónde estás, promesa vana,
          dulce sueño que creí?
          Hoy me abrazo a la nada,
          que es todo lo que sentí.
          
          Y aunque el sol vuelva a brillar,
          sobre un cielo en apariencia,
          en mi sombra quedará
          la marca de tu ausencia.
          
          

EnchiladasVerdes0345

En el rincón donde el silencio habla,
          donde el eco de risas ya no danza,
          se esconde la sombra de la tristeza,
          y la nostalgia en su trono avanza.
          
          Un suspiro al pasado que no regresa,
          un roce de manos que se desvaneció,
          miradas que fueron el hogar del alma,
          y ahora son espejos de lo que murió.
          
          La brisa lleva el aroma de los días,
          los que se pintaban con oro y azul,
          ahora son hojas caídas y frías,
          un susurro en la niebla, tenue y sutil.
          
          Pero la tristeza, aunque pesa y quema,
          es testigo fiel de lo que fue amor,
          la nostalgia no hiere, sino que recuerda,
          que hubo luz antes del dolor.
          
          Y en el vacío que deja el anhelo,
          se construyen puentes hacia el sol,
          pues aunque duela, también consuela,
          saber que el pasado fue nuestro al final.
          
          

EnchiladasVerdes0345

Cada amanecer es un grillete,
          una promesa rota antes de nacer.
          El cielo, teñido de gris ceniza,
          parece burlarse con su luz cansada.
          
          El reloj me devora,
          cada tic una herida,
          cada tac un suspiro arrancado
          de lo que fui,
          de lo que soñé ser.
          
          Camino entre un murmullo de pasos,
          rostros difusos que no dejan huella,
          manos que nunca tocan,
          ojos que no buscan,
          vidas que se arrastran en líneas rectas.
          
          Las paredes susurran rutina,
          los techos gritan monotonía.
          La voz que un día cantó
          ahora calla, rota,
          ahogada en papeles sin alma
          y pantallas sin descanso.
          
          ¿Dónde quedó el fuego?
          ¿Dónde la chispa que encendía mis días?
          Hoy solo quedan cenizas,
          un corazón que late sin ritmo,
          un cuerpo que avanza sin rumbo.
          
          La noche llega como un manto de alivio,
          pero no es refugio, solo pausa.
          Mañana el ciclo reanuda,
          y yo, aún despierto,
          me pregunto si algún día
          habrá un final para este peso infinito