Ver a una persona con depresión que sobre reacciona a todo, que se irrita fácilmente, que no soporta a nada ni a nadie, y que la gente a su alrededor diga que eso "no es depresión", porque "una persona con depresión no se comportaría como una odiosa" es una de las consecuencias de haber romantizado este diagnóstico. La representación real de la depresión no le gusta A NADIE
Estamos tan acostumbrados a la representación "romántica" de la depresión, imaginando a una persona triste, llorando en su cama, sin ánimos, pensando que no tiene futuro, cobrando ánimos por palabras bonitas de la gente que quiere, que cuando le muestras la cara de lo es, NO QUIEREN VERLA. El aislamiento, el auto sabotaje, el magnificar detalles incómodos, el cambio en los patrones de conducta, el despreciar lo que antes te gustaba, el no verle lo bueno a absolutamente nada porque no se puede, así es como se vive; la realidad se ve de forma distinta porque la percepción esta distorsionada.
La depresión tiene que ser vista como lo que es: Un trastorno complejo. No una etapa de tristeza profunda por una mala temporada.