Hoy fui a ver la película de Haikyuu y se que a nadie le importa pero quiero compartir lo que siento. Creo que sobra decir lo mucho que está película contribuyó a lo que ya sabía, amé, amo y amaré este precioso anime toda la vida. Aunque me hubiera gustado que fuera una temporada más que una película (sobre todo porque mucho material oficial no se usó), me gusta como siempre se toman el tiempo de recalcar los pasados de cada uno, saber que más que un oponente es una persona como tú y como yo, que tienen sus propias motivaciones y razones, que quieren la vitoria tanto como tú, te hacen amar al personaje para luego ver su derrota. Pero esto es así, la vida se trata de jugadas y resultados, de teoría y práctica, la derrota con aprendizaje y la vitoria con experiencia. Puede que Haikyuu no sea un anime con una premisa tan intensa como lo pueden ser otros como HXH, Evangelios, Jujutsu, Kimetsu u otros, pero la razón por la que más amo este anime es porque nos demuestran un lado más humano, porque es tan fácil sentirte identificado, porque ellos no tienen poderes y son solo simples personas luchando sus propias batallas, con sus pies y manos, con el conocimiento y el poder que recogieron en el camino. Hace tiempo me metí en un debate sobre si el talento existe o no, a nivel personal creo que no existe, considero que hay gente más capaz que otra, pero también considero que el talento solo es aquello a lo que no le vemos el esfuerzo detrás, esta manera de pensar me la dio Karma Akabane si soy sincero y concuerdo con su manera de pensar. Para dar ejemplos más simples, siempre comparan a Kageyama con Oikawa, pensando que Kageyama solo tiene talento y Oikawa lo construye, incluso el propio Oikawa piensa así, pero siento que verlo de esa manera solo minimiza todo lo que Kageyama ha logrado con su propio sudor y lágrimas. "Es bueno porque es talentoso", "Yo jamás podría, no tengo talento", pero qué hay de lo que pasó antes de eso, ¿acaso Kageyama nunca se esforzó?