Hola a los que me están leyendo y a los que lo vayan a hacer.
Es la primera vez que comparto mi trabajo en una plataforma de lectura y escritura, pero no es la primera vez que escribo un libro. De hecho la trama de Ramiro Vega, surge del libro anterior, que un día compartiré con ustedes.
Pero No escribo esto para hablar de libros anteriores, tampoco de libros futuros. Lo hago más bien como una descarga emocional puesto que he llegado al clímax de la trama. Y es a partir de aquí, que tal vez las llamas se transformen en cenizas, siguiendo el consejo de un gran amigo que me dio la idea.
Pero lo que quiero decir en realidad es que me enamoré de la historia. Me enamoré de la calidez de la familia pequeña y a la vez enorme que formaron Ramiro y Marta. Me enamoré de la historia medio histérica al principio, entre Ramiro y Raúl. Y les juro mis amigos que he intentado hacer a los personajes lo más humanos posibles.
Llegué al punto en el capítulo XXVI, en el que el primer argumento está cumplido. Sin embargo, creo que personajes como Raúl, Nadia y Farfán, han tomado vida propia. Ellos son independientes y pueden reaccionar como se les cante.
Yo había pensado en un final feliz entre Ramiro y Raúl. Pero hoy, puedo decirles que no tengo ni la más remota idea de cómo termina.
Qué más puedo decirles… he sufrido mucho contando los capítulos desde el pre-texto que narra el inicio de los criminales tipo KKK llamados los apóstoles. Sufrí porque tal vez los apóstoles es un arco argumental que no quiero demasiado, aunque reconozco que fueron útiles al final de “Eterna noche infame”. Tal vez debiera escribir un Spin-off por fuera de la trama de las llamas, para darle un cierre digno. Incluso podría trabajarlo con algún escritor que se atreva a la tarea.
Bien amigos, este escrito me sirve de descarga. Lo dejaré en la plataforma y creo que también en Facebook. En fin. Adoré escribir esta historia. La disfruté y espero que un poquito llegue a gustarles.
Los quiero.
