Dicen que Eros es el Dios del amor. Pero quizás, no sólo era eso. Tal vez también llevaba otros nombres y otras virtudes. Digamos que nació entre la abundacia y la pobreza y eso nos lleva a pensar en que el amor es así. Nace en la abundancia, aquel sentimiento que nos invade y nos envuelve sin aviso previo. Sólo surge, y por más que tratemos de alejarnos siempre volvemos a caer. Y es ahí, en donde la pobreza nos invade. Cuando todo se ha acabado y no sabemos el por qué. Siempre pensamos ser individuos que saben todo sobre el amor, sin embargo un Eros es más que sólo pasión y romance. Es esa perdición y esa lujuria; es todo lo malo y todo lo bueno.
Eh aquí un Eros. Uno que quizás le falta mucho por recorrer, pero aún así lo intenta de la mejor manera.