Este lugar es extraño.
En el sol, o eso pienso al menos tiene un pentagrama.
Y el cielo es de color rojo, desde aquí puedo ver cadáveres de esas cosas, algunas tienen forma humanoide pero otras no, tienen cola y cuernos.
Lo que tendría un demonio, algo irónico debo decir
Pero, en dónde me dejó el tío zelrecth, me dijo que me enviaría a un lugar para que entrenará las maldiciones.
Ya que son de origen demoníaco, siendo de alguna manera.
Y por eso estoy aquí, yo y mi gran bocata.
Y de colmo el mana ambiental es denso, súper denso.
A tal punto que mis CM se pusieron rojos pero después regresaron al color verde habitual.
Pero debo impedir que me coman, según tengo entendido los demonios como almas humanas, excepto por Big bro Shirou, el solo las quema.
Me acerco a la pila de demonios muertos.
Busco un par de cuernos de mi tamaño para quitárselo de la cabeza al igual que una cola con forma de flecha.
El dilema, como lo pego.
"Oh, un justo en verte jovencita" escucho una voz y rápidamente me pongo rígida.
Volteó poco a poco y veo a una persona con cuernos de venado, ropa roja y un bastón que parece micrófono de radio, y su voz se escuchó igual.
Ni una hora y estoy a punto de morir.
"Mi nombre es Alastor, ¿Cuál es el tuyo?"
Oh
Es educado.
Bueno "Emiya Ambas, un gusto"
El hombre me mira y se quita su chaqueta roja y la extiende hacia a mi.
"Toma, este lugar no es para una niña"
Agarro la chaqueta y me la pongo
De alguna manera es diferente a lo que esperaba de un demonio.
Parece amable, bueno, mientras no quiera mi alma todo bien.
"Ven, conozco un buen lugar para que te quedes"
Y con eso lo seguí.
Pero, por qué lo hice.