En la sombra de la noche, te acecho sin cesar,
mis pensamientos se enredan, no puedo escapar.
Tu imagen me persigue, en cada esquina, en cada lugar,
mi corazón late fuerte, sin poderlo evitar.

Te observo en silencio, como un pájaro en su nido,
anhelando cada gesto, cada suspiro contenido.
Soy prisionero de este amor, un tanto prohibido,
pero en mi mente, tú eres mi único sentido.

En la penumbra de mi alma yace,
un eco de amor que nunca muere.
Como un suspiro que el viento lleva,
mi corazón te busca y no te encuentra.

Tus ojos son faros en la noche,
que iluminan mi camino incierto,
pero en la distancia se desvanecen,
y el vacío se hace más profundo.

En cada estrella veo tu reflejo,
en cada susurro oigo tu voz,
pero estás tan lejos, tan distante,
que mi amor se desvanece en la neblina.

Aunque te ame con toda el alma,
sé que nunca podrás ser mío.
Así que en silencio te guardo,
en el rincón más oscuro de mi ser.