De una estatura inferior a la media, una tez morena como el caramelo, unos ojos rasgados color negro intenso y pequeños en tamaño que le dan un toque oriental a su apariencia. Una abundante y negra cabellera formada por innumerables hebras gruesas y duras que se asemejan a hilos de cobre. Y como complemento final unos anteojos con las lentes ovaladas que le dan una apariencia intelectual a su persona.

Él es un hombre de pocas palabras a simple vista, mientras que en su cabeza transcurren innumerables escenarios como si de una bulliciosa ciudad se tratase. Para el estar solo es lo mismo que estar en la soledad, solo de esta forma puede explorar lo grande que es aquella ciudad que ocupa su cabeza.

Pero estas palabras solo son más que palabras, pues su personalidad e identidad siguen siendo un misterio, incluso para él mismo. Cada día hay algo nuevo por descubrir, y algunas pocas cosas que se saben de él cambian y son sustituidas por nuevas cosas que van moldeando su personalidad hasta convertirlo en una nueva persona.