Quiero follarme a Ether como si me debiera dinero. Le dejaba pisarme, solo para sentir el calor suave y firme de sus pies sobre mi rostro y en mi ingle. Dormiría debajo de el solo para atrapar su baba en mi boca. Pescaría los mechones de vello púbico del desagüe de la ducha solo para oler su aroma seductor, y los trenzaría en collares para tenerla conmigo siempre. O hacer una anillo para mí polla. Cualquiera que lo complaciera más.
Dios, por favor, haría cualquier cosa por el. Renunciaría a mi vida, a todas mis esperanzas y sueños, sólo para convertirme en los calcetines de sus pies para calentar sus apetitosos dedos con mi propio ser, para que ela sienta siempre el calor de mi amor.
Me encerraría en cemento y me convertiría en su puerta, para que pudiera limpiarme la cara con sus talones. Me arrancaría mis propias extremidades. No sé qué haría después de eso, o por qué podría querer mis extremidades. Pero lo haría.
Mi rey, mi dios, mi hombre, mi cielo, la luz de mi vida. Por favor Dios, déjame tenerlo. Quiero que el sea mio y solo mio. Lameria un jugo de uva de sus dedos y le llenaría el ombligo con dicho jugo para mojar mis polla en contra su ombligo. Le daría un baño de esponja con mi lengua cada mañana y le serviria el desayuno en la cama. Le dejaría comerse los huevos y los panqueques de mi cuerpo si le agradaba, sin importar lo dolorosas que fueran las quemaduras de tercer grado. Soportaría el tormento de la condenación eterna hasta el fin de los tiempos.
No hay nada que no haría por el, nada que no diría. Golpearía a mi propio amigo hasta matarlo con mi pene hinchado si eso hiciera sonreír al rostro brillante de Ether. Ni siquiera me correría hasta que el me diera permiso.
Te amo, Ether. Por favor. Sé mio. Sé mi esposo, mi amante, mi papi, mi rey, mi todo. Di que sí. Responde a mis llamadas, responde a mis cartas. Cualquier cosa, por favor.
Dame una señal, Ether. Te estoy esperando. Yo siempre estaré esperando por ti.