Fabiola Orozco

Estas palabras nunca fueron escrito para que tú lo leyeras, el propósito de él siempre fue un intento de mi, para mi mismo de desahogarme y no era que yo me muriera de una nostalgia, nadie se muere de amor a ciencia cierta, más si de soledad, de la ausencia de la misma soledad, porque ya hay tanto dentro de uno, que ya ni tiempo de estar solo queda, entonces mira querida que uno ya no vuelve a ser el mismo, porque ya hay tanto de todos dentro de uno, que uno ya no esta, entonces se confunde, se siente triste, ese conglomerado de anomalías llamadas "memorias" se encargan de pisotearme a diario y recordar que fracase en mi intento por quererla, por ende uno ya no se considera digno de querer a otra persona, entonces uno se estanca, se frena y se niega el amor que todos se merecen de estar con alguien, pero mira corazón, que esto nunca fue escrito para ti.

No tengo cara antisocial, solo le temo a la sociedad, temo ser rechazado por la sociedad

Les costaba ponerse de acuerdo, de hecho rara vez estaban de acuerdo, discutían todo el tiempo, y se desafiaban todos los días, pero a pesar de sus diferencias tenían algo importante en común, estaban locos el uno por el otro.

A medida que pasaba el tiempo, empecé a notar que las cosas buenas me sucedían sólo cuando dejaba de desearlas. Si eso era cierto, entonces también lo era lo contrario: desear demasiado las cosas impedía que sucedieran. Esa era la consecuencia lógica de mi teoría, porque si me había demostrado que podía atraer al mundo, de ello se deducía que también podía repelerlo. En otras palabras, conseguía lo que quería sólo si no lo quería. No tenía sentido, pero lo incomprensible del argumento era lo que me atraía.

En este momento tú te encuentras leyendo esto frente a tu computadora a miles de kilómetros de distancia de donde yo estoy. Hay mares, montañas, valles y montones de ciudades entre tú y yo. Estés en donde estés nos separa un mundo de distancia. ¿O no es así? Si es así, ¿entonces por qué yo siento esta conexión contigo que me inspira a escribir para ti?

Se habrán dicho muchas cosas, se habrán escrito muchos libros, pero mientras tu corazón no lo sienta, nada sabrás del amor verdadero... Pero todo lo que el escribía si era del corazón.

Escribo a un corazón roto. Hoy escribo a un alma perdida. Escribo a esas personas que a veces sienten y saben que les han robado la vida.
          Escribo a modo de protesta, escribo a modo de disgusto. Escribo con mi pesar en la mano izquierda y con la rabio en mi otro puño.
          Escribo hasta que las lágrimas cesen. Escribo hasta que la pena se disipe. Escribo hasta que mi rabia y mi odio se desvanezcan y el amor y la humildad se hagan visibles. Ante los ojos de que si hay un dios, el también lo vea. Y miro al cielo, pero no veo nada. Y miro al mundo y solo veo dolor.
          Hoy escribo a un ángel que aun no se ha hecho notar. Te escribo a ti que me proteges desde el cielo pero no se en que cielo estas. Te escribo desde lo más hondo de mi ser y mi alma para que hoy me escuches, para que me ayudes, para que me salves otra vez. Para que me des tu mano para caminar, para que me levantes, para que me empujes y me digas que todo pasara.
          Escribo a un corazón puro. A un corazón que no esté roto. A un corazón que no conozca dolor alguno. Escribo a un alma inocente. Escribo a los ignorantes y a los mendigos. Escribo a un mundo que aun no se ha unido, hoy escribo para no sentirme sola, para calmar mi dolor, para encontrar auxilio. Para pedir perdón, para ser perdonada, para luchar si hace falta, para decir que no me rindo.
          Hoy podemos pasar el dolor.