Estoy leyendo “el monje y la hija del verdugo” de Ambrose Bierce y estoy amando cada página. Es una novela muy cortita y obscura, pero la manera en la que está escrito embellece cada línea y párrafo.
Dejo el texto que viene en la parte de atrás del libro, que me parece que en él está toda la esencia de la novela:
«Señor, Salvador de mi alma, ¿a dónde me has conducido? Aquí estoy, en la torre de los condenados, asesino convicto, y mañana, al amanecer, ¡me llevarán a la horca y seré colgado! Pues quien dé muerte a un semejante debe ser muerto; ésta es la ley de Dios y del hombre!».