Sabes que siempre acostumbro a visitar tu perfil, y me ha dolido que no esté uno de mis libros favoritos, esperándome a que lea todo su interior, y llenarme de nostalgia, que me saque una sonrisa por aquellas mágicas palabras.
Hoy quise volver a releer una vez más, como siempre hago cada vez que entro a esta olvidada aplicación por mí parte.
No estaba.
Desapareció, y quizás nunca más volveré a verlo en tus escritos.
Mí corazón está roto, porque ha desaparecido aquél libro con que te encontré, con que reí, con el cuál surgió una amistad.