Las descripciones lentas a veces aburren es cierto, a menos que estén bien hechas, que no sobre información sino que todo lo que diga sirva para crear el espacio y la atmósfera del relato.
Por otro lado, la falta de descripción también mata las historias. Si van demasiado directo a los hechos y no describen emociones, si no dan o justifican con argumentos, si no dan atmósfera la sensación que queda en el lector es como leer algo corriendo; es como si el escritor solo quisiera vomitar (así desagradablemente) su idea sin tomarse el trabajo de narrar.
Escribir no es hacer tuits, narrar es otra cosa. No es una carrera para ahorrar palabras. Se dice lo justo y necesario, que no sobre, pero que tampoco falte, mis estimados.
Todos los excesos son perjudiciales.
Saludos.