Estuve soñando mi vida como si hubiese sido de otra forma, si hubiese sido como es que lo planeé, desperté y recordé todo, retrocedí años atrás en mi mente, quería ser médica, bióloga e inclusive quería viajar por el mundo pero nunca me imaginé ser lo que soy ahora, veinte años despediciados en el olvido, en el "no sé qué hacer" los especialistas lo denominan "crisis existencial" y sí que es una crisis, enorme y desagradable crisis que va evolucionando todos mis metas en sueños perdidos. Me veo a mí dando exámenes de admisión cuando lo que valgo no es los 400 puntos que piden. Me veo a mí llorando y fracasando una y otra vez, abandonando mis sueños, destruidos complemente y reemplazados por un "premio" consuelo, insistiendome a mí misma a hacer lo que jamás imaginé, dí todo mí, todo lo que pude hasta que no pude más, llegué a decir basta una y otra vez pero una sonrisa de mamá y una palabra de aliento de papá hacían que siguiera, su amor me envolvía y levantaba, no desaprobé porque no podía, porque no sabía ni porque quería, pasó porque no era lo mío y no lo digo como una justificación para las personas que me brindaron ayuda y créanme que se los agradezco, no. Yo sé que puedo, sé que puedo llegar a ser grande y que todos sepan quién soy, quiero llegar hasta dónde todos quieren llegar, por mí, por lo que valgo y lo que soy, quiero que todos me lean, que todos me vean y me oigan, quiero ser siempre yo.