IGNOTA
Tú, pequeña ignota,
que brillas como el diamante
Entre la oscuridad de las minas,
Tú que le hablaste de suerte
A un gato negro herido
Y le devolviste la esperanza
Con la beatitud de tu sonrisa,
Regálame un ápice de tu memoria;
Cuéntame lo que a tu mente azota
Cántame como lo harías a tu amante,
Visita el monumento en ruinas
Que me ha salvado de la muerte.
Pinta de verde el cielo ennegrecido
Y de morado la malaventuranza
Apiádate, bella ignota, de esta poetisa
Que por ti ha reescrito esta historia.
...
No tengo donde publicar esto.
Ella simplemente me devuelve la alegría cuando me mira y se me estruja el corazón cada vez que me abraza. Tan malditamente absurdo como tener un rosal y no querer tocar a ninguna rosa por miedo a espinarse.
El amor existe por supuesto, pero no es para mí.
Así que, mi hermosa rosa, te admiro desde donde te alcanzo a dibujar con lujo de detalle, pero no desde donde alcanzo a oler tu suave perfume.
Aún así agradezco todos los días tu presencia en mi vida.
Con amor, tu cobarde favorita.