Sabes, te busqué.
Pero no cualquier búsqueda, como cuando pierdes uno de tus tenis y la encuentras minutos después debajo de la cama. Yo te busqué en mi trabajo, en mi vida, con mis amigos, familia y a veces en las personas equivocadas, pero al final no lo conseguí.
¿Por qué he de pensar que te encontré aquí? ¿Y por qué en él?
Nada tiene sentido cuando se trata de ti o al menos eso creo y puedo llegar a la conclusión que estoy volviéndome loco. Loco por ti, aunque sólo sea una respuesta química de mi cerebro ante un iluso estímulo que ha llenado aparadores de libros desde mucho antes que fuese concebido.
¿Qué es el amor? Al fin y al cabo ¿Por qué demonios escriben tanto sobre él? Yo era sólo un chico tonto cuando conocí de ti, te admiraba no tan secretamente en los ojos de mis padres y al sonreír te esparcías por la habitación como el perfume de mamá. Sé muchas personas crecen que es tonto dedicarte tiempo y energía en especial si ya no le eres devoto, pero es un tanto gracioso como nos seducen las circunstancias.
Carta sobre el amor de Phil Beaumont. Síndrome de Stendhal (Próximamente)